¡Crees que la educación en los pueblos de latinoamérica podrá tener algún punto de incremento en los próximos 5 años?

jueves, 15 de julio de 2010

último intento

bueno este si es el último intento con vista a promover el movimiento, les dejo con la canción,
¡es que está demasiado buena!
http://www.youtube.com/results?search_query=grupo+macaco+moving+&aq=f

De movimientos y evolunción

Hey no fuño más con esto del movimiento, solo he querido dejarlo bien claro, y para no decir nada, que ahora lo diga este grupo aquí se los dejo.
está bien nice, es o debería ser el himno de los voluntarios o de la conciencia voluntaria:
http://www.youtube.com/watch?v=8QLjiB1Gqe0

Nuevo movimiento

En las sociedades actuales, ser líder en una organización de trabajo voluntario, no depende solo del carisma que pueda tener el individuo, también se precisa de la energía suficiente para poner en marcha movimientos que impulsen al cambio, al empoderamiento del colectivo lidereado.
en fin es necesario el movimiento de fuerzas y de marcha.
les dejo esta canción para que vean más o menos de que se trata toda esta palabrería del movimiento voluntario: MACACO MOVING BY LUCAS

movimiento

el movimiento, no es solo el conocimiento de que se poseen las capacidades de control de los miembros de nuestro cuerpo, que es un trabajo que consume energía, el movimiento también es la acción de organizarse para realizar una acción que sugiera un cambio radical, de actitud, de sistema, de modo de pensar.
al final solo los movimientos que podamos realizar, sea de nuestras piezas de ajedrez o de nuestras manos y pies, o de nuestra disposición son los que han de suponer algún tipo de cambio.
no etiquetado 3

El voluntariado, Sentido y razón de Ser

El sentido que puede dársele a la razón de incursionar en las acciones sociales que algunos sectores de la sociedad desarrollan con cierto grado de frecuencia, puede encontrarse en la adicción a permanecer activo que suele generar intervenir en estas acciones. El consumo de energía que de aquí surge, no depende de rutinas gimnásticas, sino de un consumo mental y físico en el qu que a mayor cantidad de resultados obtenidos, mayor intensidad en el tiempo invertido en las labores ya citadas.
El movimiento voluntario, básicamente en la comunidad joven, si realizáramos una evaluación, encontraríamos que halla impulso en función a tres términos iniciales que al final engloban el consumo energético que le caracteriza. En primer término, la iniciativa voluntaria responde a necesidades puntuales (no se es voluntario por ser voluntario, sino porque es necesario en determinado sector), en seguno lugar, no importando el órden de los términos expuestos, se encuentra la conciencia social que pudiera poseer respecto de las necesidades identificadas ( esta conciencia social, es estimulada en función de la educación recibida, de la propia necesidad de beneficiarse del trabajo realizado o de algún arrastre de la red social a la que pertenece), en último término el voluntariado o la acción voluntaria posee dos variantes que con frecuencia van de la mano, pero que bien pudieran subsistir de autónoma: la vocación de servicio y la personalidad del individuo (la vocación de servicio suele considerarse que a menudo dirige los derroteros escojidos por los individuos a la hora de desempeñar alguna función o labor en base a la cual basar su estilo de vida. La otra variable de este tercer punto, la forma de ser o la personalidad del individuo, juega un papel si se quiere preponderante aunque no indispensable, de ahí que los seres humanos en su diversidad, puedan converjer a la hora de desempeñar funciones que requieren de un obligatorio trabajo en equipo).
Hay otros criterios que pueden ser utilizados para definir las razones que motivan la continuidad y el funcionamiento óptimo de los engranajes del movimiento voluntario, sin ebargo desde el punto de vista individual, desde la concepción del individuo como parte fundamental de la conformación de grupos sociales, al analizar este triángulo, es posible optener una idea aproximada de la realidad del voluntariado como identidad social de un servicio, independientemente del campo en que se ejerzca y los objetivos que lo motoricen.

domingo, 11 de julio de 2010

Desayuno

Raro sería que no halla un gato en la cocina, más raro aún que este no rompa algo y todavía más raro que ese algo roto no cause un estrépit. El gato saldría de la nada posaría sus patas delanteras sobre una silla, cerraría un poco los ojos como midiendo el tamaño del daño que causará con su asalto. Abre un poco las fauces degustando los últimos residuos del bocado anterior o anticipando el gusto del próximo bocado.
Sobre la mesa hay una taza de café sobre una servilleta blanca con diseño de flores de hilo, tiene escrito el nombre de Laura con tinta roja, desde el momento en que luis dejara de comer para buscar entre sus fantasías, la posibilidad de que ella accediera a algo con él.
La taza está astillada en el borde, de la última vez que María fregándola antes de irse para la escuela, la dejó caer .
Aún el café humea un poco, pero a Papo no le gustó disque porque estaba muy claro, disque que era un “agua tindanga”.
El gato flexiona las piernas y diseña un lijero arco en el aire antes de caer de pie sobre la mesa. Lo más probable es que se sienta todo un artista, o quizás un espía muy antiguo, por sus actos bien elaborados y de resultados siempre generosos. Quizás si tuviera un sombrero, lo utilizaría para hacer una reverencia al público invisible, como todo un gato de principios y que se respeta.
Junto a la taza de café, también había un plato de loza con los plátanos y los huevos fritos del desayuno de papo, tampoco los quiso comer porque no es bueno desayunarse sin haber bebido café, eso siempre le da sueño y dolor de cabeza.
Una mosca caminaba sobre una de las llemas que estaban en el plato. Caminaba degustando los millones de sabores que sus patitas le hacían llegar. Lo podía estar disfrutando quizás, pero sus viajes anteriores a lo largo de su gran corta vida, no le permitían apreciar como en sus momentos mozos. Por suerte un plato exquicito siempre brinda elogios de placer a los sentidos.
El gato miraba en todas las direcciones, evaluaba la grandeza de su pequeño poderío, le hacía sentir un león en la selva doméstica de su cocina. Aventuró un pasito sobre la mesa sin mantel.
El nombre de Laura fue pisado por una mosca que se enteró de los huevos, los plátanos y el café que había a disposición de quien lo colonizara, se enteró del banquete. Desde que lo supo, tomó sus cosas y se lanzó a la aventura. Estaba curtida con la experiencia de otros viajes. Incluso había logrado escapar a la telaraña que había en la ventana de la cocina. Su fama y prestigio entre las moscas, sabía que era bien merecido, así que este banquete bien podía ser una recompensa por sus grandes proesas.
La llema del huevo a penas y si estaba un poco cocida, el sabor era inigualable, más con ese toque del condimento que siempre acompañaba ese tipo de platos. La mosca daba saltitos de placer entre una porción y otra del huevo que le tenía ocupada. A duras penas se había enterado de la presencia de otras moscas. Eso era comer, comer sin la preocupación de que viniera algún manotazo que le hiciera a uno largarse sin darse todo el gusto del que pudieran disponer.
El café se había enfriado del todo en la taza. Al parecer en la casa no había nadie, aunque la radio que estaba en la otra mesa, murmullaba algún noticiero o programa interactivo de la mañana.
La mosca abandonó el nombre de Laura, describió un sendero largo y logró luego de un vuelo en extremo riesgoso, pegarse a la base del plato. Describiendo varias eses en su camino, alcanzó la cima del plato y se dispuso a desender por la quebrada que le quedó a su frente.
Un rugido de dolor estremeció el aire. La pata derecha del gato cayó con todo su peso sobre el cuerpo de la mosca que casi terminaba de bajar la quebrada del pplato. Con el peso de la otra pata al pisar el plato catapultó todo su contenido hacia fuera de los límites de la mesa. La mosca que degustaba del placer de comer vio una nueva indigestión al tener que elevar el vuelo sin acabar su desayuno.
El plato chocó con la taza que antes de estrellarse en el suelo, bañó de café la servilleta con el nombre de laura.
El gato había salido espavorido al sentir el primer palo sobre el espinazo. Aún sentía el corrientaza del golpe, y lo peor de todo es que no pudo comerse el huevo ese, aunque por lo menos supo que tampoco la mosca esa que caminaba hacia donde sus compañeras, pudo hacerlo y que el la mató o la dejó mal herida.
Irguió su dignidad, se relamió una vez más, hizo de oídos sordos a los insultos que todavía venían desde el enemigo y salió a buscar alguna cola de lagarto con que jugar, si había suerte podría incluso comerse el lagarto sin tener que jugar con su cola.