¡Crees que la educación en los pueblos de latinoamérica podrá tener algún punto de incremento en los próximos 5 años?

lunes, 5 de julio de 2010

EL SILENCIO LLAMA A LA PUERTA

EL SILENCIO LLAMA A LA PUERTA.




Como todos los días abrió la puerta sin preguntar quien tocaba, total que a esa hora aún era temprano para recibir a cualquiera, y además nadie sabe lo que se le puede a uno pegar.
En el camino a la puerta tropezó con una repisa y casi rompe el espejo ovalado que compró Alejandra en una de sus tantas excursiones a tiendas de muebles. Aunque pudo salvar el espejo, no pudo evitar que una taza de café le manchara la parte baja de la camiseta y la parte de la bragueta del pantalón. Echó una maldición para continuar el camino hacia donde esperaba alguien impaciente a que le abrieran.
Ya que estaba frente al espejo miró de refilón su rostro, en el trayecto también vio el chupetón que le dejó Martha esa misma tarde. Si por manos del diablo Alejandra veía eso, lo mandaba a lavar el coño de su mai. Estaba seguro de que la muy cabrona le hizo esa marca a propósito, y aunque iba a meterse en un lío del diablo, bien que aprovechó el par de polvos que le metió.
Levantó la fotografía de la pequeña, le miró los ojos con atención, tenían el mismo color negro que él, aunque su mirada anunciaba el mismo carácter fuerte que Alejandra. Ella poseía una capacidad insuperable para desternillarle de risa con cada ocurrencia, no entendía como un ser de solo tres años encontraba tantos recursos para darse a entender, de seguro que sería difícil engañarla cuando sea grande.
A veces la veía frente al radio como hipnotizada por unos segundos, entonces luego de un rato batía palmas y trataba de imitar los instrumentos de la canción. Salió de la ensoñación para abrir la puerta .
La mano estaba ya en la cerradura cuando vio una pluma sin color que rodaba en el piso como si intentara revolotear o salir por sus propios medios. La pluma no era gris, blanca o transparente, tan solo al verla uno sabía que no poseía color y ya. La tomó en su mano, mientras cuestionaba para sus adentros la procedencia de la misma.
Abrió la puerta y supo de inmediato de donde había salido. Ahora además de la que tenía entre sus dedos también en el aire bailoteaba un reguero de estas, salidas del ser que fijaba en él sus ojos. Unos ojos similares a nada, con los globos oculares de color grisáceo y las pupilas coloradas de un extraño vacío.
Al verle, no sintió miedo, mas bien hizo conciencia del silencio que había traído consigo la presencia que tocaba a su puerta. No escuchó palabra alguna, sin embargo supo que la presencia deseaba entrar, se apartó para que lo hiciera, pero no le vio pasar frente a sí, más bien sintió como una estela de plumas blancas, negras, transparentes, pardas y sin color pasaban en ondas a su alrededor. Al voltear en dirección del plumaje, escuchó con mayor nitidez el silencio que caía sobre todo el espacio físico.
El ser alado miró la foto de la pequeña, a él le pareció que incluso la fotografía sentía la presencia del visitante. Por un momento albergó cierto temor por la niña, pero un gesto del silencio lo hizo abandonar el mismo.
Cuando el visitante partió con su reguero de plumas, corrió a cerrar la puerta, con la prisa una pluma de la parte baja del visitante quedó atascada por no poder salir antes de que él cerrara la entrada. Volvió a abrir a penas lo suficiente para que un trozo de brisa que vino de ningún lado la recuperara para el visitante.

Nadie encontraba la manera de consolar a Alejandra, que todavía permanecía como en trance luego de saber lo ocurrido. Fue su padre quien asumió la tarea inmediata de avisar a todos los familiares. Yo fui uno de los últimos en saberlo, me lo dijo mi madre.
El teléfono sonó y dije:
-Dime ¿Qué pasa?
- pasó una tragedia … a él le dio un infarto…
-y ¿Qué pasó?, ¿Cómo está?.
-Está muerto. …
Luego de este diálogo, más bien del descubrimiento de la muerte, aún quedaron el silencio y dos plumas vigilantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡comenta! ¡no te lo guardes!